Un viaje en globo aerostático no se hace todos los días, y es por ello que el Día del Padre es el momento perfecto para probarlo. Imagina subir tan alto que los coches parecen hormigas y donde el único ruido que escuchas es el fuego del globo aerostático empujándote hacia el cielo. Es una paz indescriptible, estar ahí arriba apreciando cada detalle del paisaje, colores, formas y texturas que se funden con la luz de sol. Si tienes un padre al que le apasionan las sorpresas y las nuevas experiencias, regálale 1 paseo en globo aerostático de al menos 1h para 1 persona; ¡no podrá esperar a probarlo!
Un viaje en globo aerostático no se hace todos los días, y es por ello que el Día del Padre es el momento perfecto para probarlo. Imagina subir tan alto que los coches parecen hormigas y donde el único ruido que escuchas es el fuego del globo aerostático empujándote hacia el cielo. Es una paz indescriptible, estar ahí arriba apreciando cada detalle del paisaje, colores, formas y texturas que se funden con la luz de sol. Si tienes un padre al que le apasionan las sorpresas y las nuevas experiencias, regálale 1 paseo en globo aerostático de al menos 1h para 1 persona; ¡no podrá esperar a probarlo!
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