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Los mejores mercadillos navideños en Europa

La Navidad puede ser tan buena época para programar una escapada como cualquier otra del año. Las ventajas de hacerlo durante los meses de noviembre y diciembre son encontrar ciudades engalanadas con luces, árboles adornados aquí y allá y ¡los mercadillos navideños! En muchos lugares europeos, la tradición del mercado de Navidad se ha convertido en toda una institución anual, que convierte las plazas en lugares de reunión entre casetas, dulces y un ambiente la mar de festivo en el que poder adelantar tus regalos de Navidad y encontrar los mejores adornos para esta festividad tan hogareña. Tal es el entusiasmo que despiertan que European Best Destinations organiza una votación para elegir cuáles son los mejores mercados navideños en Europa. ¿Te gustaría saber más sobre ellos? Sigue leyendo para conocer nuestras recomendaciones antes de tu viaje a Europa.

mejores mercadillos navideños en Europa
  • Basilea, Suiza

Empezamos nuestra lista con el ganador del año 2021. El mercado de la ciudad suiza de Basilea fue considerado el mejor mercado de Navidad en Europa con más de 14 000 votos. ¡Y no es para menos! La localidad situada junto al río Rín tiene un ambiente encantador durante estas fechas y las plazas de Barfüsserplatz y Münsterplatz se convierten en su centro neurálgico con la apertura de los puestos navideños. Entre el 25 de noviembre y el 23 de diciembre puedes encontrar un gran árbol decorado por artistas locales, casetas de madera donde comerciantes y artesanos ponen a la venta sus productos y delicias culinarias. Aquí es muy recomendable pararse a probar los gofres, el Glühwein o vino especiado caliente para combatir las bajas temperaturas, los auténticos Läckerli de Basilea (una especie de pan de especias), la deliciosa raclette suiza o las populares salchichas a la parrilla. Como tradición especial de este mercado hay que escribir en su Libro de los Deseos, situado en el hall del ayuntamiento, para que Papá Noel conozca nuestros buenos propósitos. ¡Seguro que trae buena suerte!

En Alemania la típica postal invernal de calles nevadas y tejados blancos se hace realidad. Puedes comprobarlo en uno de sus mercados navideños más grandes y más antiguos, en la ciudad de Dresde. El  Striezelmarkt se remonta al año 1434 y está considerado el más antiguo de Europa. Se hizo por primera vez para celebrar la proclamación del príncipe Friedich II, quien obsequió a los ciudadanos con carne para la noche de Nochebuena. Desde esta remota fecha, no ha parado de ganar popularidad y la cifra de personas que lo visitan llega a ascender a 3 millones. Sus puestos navideños se instalan en la plaza Altmark plagados de productos tradicionales alemanes, dulces típicos y artesanía local. El símbolo de este mercado es una gran pirámide de adviento que ronda los 15 metros de altura y en las diferentes casetas, encontrarás réplicas en miniatura que querrás llevarte a casa. Otras figuritas características son los Räuchermaänner, hombres fumando en pipa, realizados en madera hueca en los que se inserta una vela para simular el humo (mismo estilo políticamente incorrecto que el caganer catalán); y los conocidísimos cascanueces inspirados en el ballet de Chaikovski.

Estrasburgo presume de ser la capitale de Noël (capital de la Navidad) y una de las razones para ello es su afamado mercadillo. En esta ciudad alsaciana se lleva celebrando el mercado de Navidad más antiguo de Francia desde 1570. Sus calles medievales y canales se alumbran con multitud de luces y adornos aproximadamente del 23 de noviembre al 30 de diciembre. Y es que por estas fechas, aquí, la Navidad lo inunda todo. Resulta que su mercado de Navidad no es uno, en realidad ¡son diez! y es imposible no toparse con alguno de ellos recorriendo las empedradas calles de su casco histórico. El tradicional, que continúa fiel al del siglo XVI, es el llamado Christkindelsmärik (mercado del niño Jesús) que ofrece figuritas, bolas, casitas de madera, cristal, muñecos, ropa de invierno y un sinfín de ideas de regalo de Navidad muy tentadoras.

  • Budapest, Hungría

La capital húngara despliega todos sus encantos festivos desde mediados de noviembre hasta el 1 de enero. Durante esta época los olores a vino especiado y las luces navideñas envuelven la ciudad que recoge varios mercadillos navideños. El más popular en Budapest es el que se sitúa frente su catedral, la Basílica de San Esteban, el Adventi Ünnep. Sus puestos de madera recuerdan a chalets de montaña donde se ofrece al visitante ropa y todo tipo de objetos decorativos. Llaman la atención los regalos hechos a mano y cómo los húngaros continúan manteniendo vivos antiguos oficios y viejas tradiciones. También destacan las especialidades gastronómicas locales como el pan langos, las salchichas, los chocolates rellenos pensados como adornos para colgar en el árbol y las tartas.

  • Poznan, Polonia

La Navidad en Polonia tiene celebraciones un poco diferentes a las del resto de países europeos. Por ejemplo, los niños esperan con ansia el día de San Nicolás, el 6 de diciembre, porque este santo es el encargado de dejarles regalos a la mañana siguiente. Aquí el día 24 se celebra Wigilia, en lugar de Nochebuena y como en España, también se celebra Reyes. Algo que también se comparte en Polonia es el entusiasmo por los mercados de Navidad, destacando dos en la ciudad de Poznan. En ambos puedes encontrar gastronomía polaca, famosa por ser contundente, dulces de todo tipo y su famoso vodka junto a otras bebidas de alta graduación. El primero de ellos es el de la plaza de la Libertad (Plac Wolności) donde una gran noria se convierte en la atracción más visitada y es perfecta para tener vistas panorámicas de toda la ciudad. El otro mercado es el de la plaza del Viejo Mercado (Status Rynek), muy recomendable para visitarlo de noche y contemplar el encendido de las luces y los preciosos edificios de la plaza. ¡Parece de cuento!